De los calendarios de los que solo se dispone de una unidad, lo normal es clasificarlos por temáticas -series o publicidad- o por años, en hojas plastificadas. Sin embargo, el mayor problema nos surge cuando tenemos muchos calendarios repetidos. ¿Qué hacemos con ellos? De algunos tenemos hasta una docena de ellos, o incluso más, los cuales los emplearemos en cambiar por otros calendarios que no poseamos en nuestra colección.
Un buen lugar son las cajas de zapatos. Tan recurrentes como eficaces, sirven para tener todos nuestros calendarios bien organizados. También hay archivadores para tarjetas que hacen un muy buen servicio, aunque seguramente el coste de ellos es muy superior al de las cajas de zapatos y su almacenamiento es muy limitado. Hay sin embargo, otros coleccionistas “top”, que suelen utilizar las maletas, no tanto para su almacenamiento, como para el transporte de los mismos. Tienen una gran capacidad y son fáciles de transportar, ideales para llevar todo el material disponible a los encuentros de intercambios.
